Después de publicar la semana pasada sus 'Diez mandamientos del camino' vuelven a meter las narices donde no les llaman.
Supongo que ya lo habréis oído pero al parecer, todos los que estuvimos viendo en Tele 5 hace unas semanas el Gran Premio de Indianápolis de Fórmula 1 presenciamos un milagro. Un milagro del mismisimo Papa Juan Pablo II. ¡Madre mía lo que hay que oír!
Pues sí, resulta que el piloto polaco Robert Kubica se salvó del espectacular accidente de su monoplaza gracias a una intervención 'divina'. Según los defensores de que el anterior Papa sea declarado santo aseguran que el piloto de Cracovia salvó su vida porque llevaba en el casco el nombre del 'Santo' pontífice fallecido.
¡Claro que sí, hombre! pues no va a ser eso. Nada tienen que ver las mejoras en los sistemas de seguridad de los coches ni los millones de euros gastados por las compañías para evitar la muerte de los pilotos en accidentes de este tipo. Fue el Papa. Si es que no se puede ser más tonto ( o más listo, según se mire). Pretenden engañar a la gente haciéndoles creer ese tipo de cosas como llevan haciendo desde siempre, y ni se te ocurra darles una visión lógica del asunto porque pueden acusarte de hereje.
De todas formas, dejando de lado las mentiras de la Iglesia (o sea, todo lo que es la Iglesia en sí), no deja de sorprenderme que intenten santificar a una persona como Juan Pablo II. Se supone que era un buen Papa, o eso dicen los que lo adoran. Yo creo que es exactamente igual que todos los demás o peor. En su 'reinado' la Iglesia ha seguido caracterizándose por lo que ha sido siempre. Sigue siendo clasista, sigue sin querer igualdad para todos, sigue rechazando a los homosexuales e intentando reprimir los avances científicos. Siguen apostando por no usar preservativo mientras miles de personas se infectan de SIDA en África. En fin,... lo que viene siendo la Iglesia.
Yo se que para alguien que se considera agnóstico esto no debería ser una preocupación o un tema del que hablar, pero es que me sacan de mis casillas. Se meten en todo e intentan imponerlo. Si no fuera porque ya no matan a nadie (o eso creo) todo seguiría igual.
Bueno, cada uno sabrá que hace y en qué cree.
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