En este caso se trata de Alejines, una recopilación de las cartas al Director del Diario Hoy enviadas por Ildefonso Matamoros Cuecas, El Perigallo, persona de mi pueblo al que no tengo el gusto de conocer personalmente, solo de vista.
Antes de leerlo había regalado este libro en varias ocasiones, y la última vez que lo hice, en el cumpleaños de mi tío me dije que no está bien eso de regalar un libro que no has leído. Siempre lo he pensado, no se puede regalar algo tan personal como un libro sin saber si es bueno o no, si te gusta o no.
En cierto modo lo regalaba consciente de que antes o después lo iba a leer y me iba a acabar gustando. Al fin y al cabo había leído algunas de las cartas en el periódico y me habían resultado muy interesantes.
Finalmente decidí pedirle el libro a mi hermana, que lo tenía en Sevilla. A ella no se lo regalé yo, creo que se lo regalaron sus amigas en su cumpleaños. Algo que me hace ver que es un regalo muy socorrido.
Dos días solamente he tardado en terminarlo. Soy consciente de que es una lectura ligera, que entra bien, pero también de que me ha gustado. Por eso tardé tan poco. Engancha. Acabas una historia y quieres leer la siguiente.
Para mí ha sido una buena forma de conocer algunas cosas sobre mi pueblo y su pasado que no conocía y de recordar otras. Leer palabras que crees que son muy comunes pero que realmente son exclusivas del lugar en el que vivo.
En definitiva, que no me equivocaba las veces que decidí regalar este libro. Una lectura muy aconsejable si eres olivero o si lo es tu familia, pero también si no lo eres, porque el conocimiento de la cultura, el pasado y las vivencias de un lugar, por muy pequeño que sea, te hacen transportarte al mismo y crecer como persona.
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