Es imposible describir con palabras lo que vi anoche. La escenografía, a pesar de ser simple, era impresionante, y la iluminación no se quedaba atrás. Todo esto hizo de la de ayer una noche mágica. El fuego lo rompió una Fedra desaliñada y desquiciada, llorando sobre una cama su pena, la de enamorarse del hombre equivocado.
A partir de ahí empezaron a llegar el resto de personajes, hasta seis. Todos los actores estuvieron impresionantes. Al principio estaba un poco receloso por el hecho de que uno de los papeles más importantes lo interpretara Fran Unomasunosonsiete Perea, pero hasta la suya fue una interpretación magnífica.
Todos muy bien, sí, pero especialmente Ella. Después de lo de ayer no puedo ver a Fedra con otro rostro que no sea el de Ana Belén, parece que la obra clásica se hubiese escrito para ella, para que ella interpretase ese papel. Un papel, que por otro lado es muy complicado y que muestra todas las caras posibles de una mujer, desde el deseo ardiente y prohibido hasta la tristeza o la traición hacia aquel al que amaba.
Alicia Hermida muy bien también. Muy creíble en su papel de Enone, pero tampoco esperaba menos de una actriz como ella. El resto de actores muy bien en su personaje. Nada que objetar a ninguno de ellos.
En realidad querría decir muchas cosas más sobre lo que vi, pero faltan las palabras. Me quedo con la ovación de más de diez minutos que les brindó el público y que se quedó corta.
El próximo jueves Los Persas, pero lo de ayer es muy difícil de superar.
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