miércoles, 4 de diciembre de 2013

Me gusta

Comienzo un curso on-line de escritura creativa y el primer ejercicio del mismo es un típico ejercicio para perder el miedo a la escritura. El objetivo es hacer una lista de las cosas que te gustan y que no te gustan.
No se me ocurre una mejor idea que comenzar este ejercicio diciendo algo obvio, me gusta escribir. Me gusta escribir y no lo hago tan a menudo me gustaría (aunque suene a tópico). Confío en que este curso me ayude a volver a retomar este hábito que tengo tan abandonado.
Voy ahora con el ejercicio en sí. Si hay algo que de verdad me gusta, que me encanta, es la música. No se tocar ningún instrumento (lo de aprender a tocar la guitarra no lo descarto) pero creo que eso, a pesar de lo que muchos piensan, no significa que disfrute de ella tanto o más que cualquiera. Considero que cualquier momento es bueno para poner una canción. Además está el hecho de que actualmente las tecnologías te facilitan mucho esto ya que siempre llevas encima el teléfono móvil y el mío, va cargado de música hasta arriba.
Hay otra cosa que me gusta mucho, cocinar. También lo hago cada vez que puedo. Ahora mismo tengo mucho tiempo y eso ayuda bastante. Ya me gustaría tener un poco menos de tiempo, pero mientras no sea así, lo aprovechare. Para esto también ayudan mucho las tecnologías ya que gracias a Internet puedes encontrar todo tipo de recetas y probar hasta encontrar aquello que te sale bien o que consideras suficientemente bueno para volver a hacerlo o para ofrecérselo a otra gente.
Me gusta la cerveza ¿esto esta feo decirlo? No sé si esta feo decirlo, pero lo digo. No me gusta la cerveza por el sabor en sí, que también, para que negarlo, sino por lo que conlleva el acto de beberla. Supone estar con amigos, en un ambiente relajado, hablando de todo lo que te apetece hablar y alejándote de las preocupaciones cotidianas.  Esto quiere decir que nunca la bebo solo, la considero principalmente un acto social. Igual ocurre con el resto de bebidas, pero creo que  la complicidad que aporta una conversación con cervezas de por medio no te la dan otros licores.
Me gustan las series americanas. También me gusta alguna serie española, pero soy más de series americanas. Es cierto que también me encanta eso de sentarte ante una buena película, pero las series son más lo mío. Podría comenzar a detallar todas aquellas que me han gustado mucho y hablar un poquito de ellas, pero no acabaría nunca. Series como Los Soprano o The Wire me apasionan tanto que podría pasarme horas y horas (o páginas y páginas) hablando de ellas.
Voy a ir acabando con los me gustas que me parece que ya me estoy extendiendo demasiado. Para ello no puedo dejar atrás algunas cosillas que me gustan bastante, algunas de ellas que no son fáciles de confesar. Nada extraño, solo que soy demasiado mayor para algunas de ellas. Me gusta la lucha libre, soy fan desde pequeño y creo que eso no va a cambiar nunca, tenga la edad que tanta. Me ocurre lo mismo con Saint Seiya (Caballeros del Zodíaco en España), algo que no puedes decir muy alto tampoco, porque puede que no te consideren una persona madura. Y esto último lo digo bajito, me gusta Eurovisión.
Vamos ahora con lo que no me gusta. Aquí he de comenzar hablando de política y religión. Dos de esos temas que no se deben tratar si deseas se políticamente correcto.  Antes me gustaba la política, ahora me decepciona profundamente y me produce un profundo rechazo. Es cierto que en mayor o menor medida dependiendo del bando del que hablemos, pero no es el momento de especificar.
El rechazo a la religión está presente en mí desde que tengo uso de razón. Desde el momento en que me di cuenta de que el ochenta por ciento de lo que aporta la religión, no solo la católica, cualquiera, no es nada positivo entró en mí esa sensación de rechazo. Siempre pensaré que la religión es una manera de engañar al individuo por parte de los que la gestionan y se lucran con ella y una manera de afrontar su miedo a la muerte para las personas de a pie.
Creo que es el momento de pasar a cosas un poco menos serias, un poco más cotidianas. No me gusta gran parte de lo que la televisión ofrece en su parrilla. No me gustan especialmente los programas del corazón ni los de deportes. No me gustan los del corazón por razones obvias que creo que no es necesario explicar y no me gustan los programas deportivos porque considero que son programas del corazón que hablan de deportes. Creo que todos y cada uno de los programas de televisión deportivos que se emiten hoy día son basura pretenciosa y dirigida para mayor gloria de un solo deporte, el fútbol, y dentro de ese deporte para mayor gloria de un solo club de futbol, que no creo necesario especificar de cual se trata.

 Este ejercicio también incluía la posibilidad de incluir otras opciones como “Nunca he hecho” o “Me acuerdo de”, pero creo que me he extendido bastante con los “Me gusta” y los “No me gusta” y el ejercicio está más que completo. 

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