Comienzo
un curso on-line de escritura creativa y el primer ejercicio del mismo es un
típico ejercicio para perder el miedo a la escritura. El objetivo es hacer una
lista de las cosas que te gustan y que no te gustan.
No se
me ocurre una mejor idea que comenzar este ejercicio diciendo algo obvio, me
gusta escribir. Me gusta escribir y no lo hago tan a menudo me gustaría (aunque
suene a tópico). Confío en que este curso me ayude a volver a retomar este
hábito que tengo tan abandonado.
Voy
ahora con el ejercicio en sí. Si hay algo que de verdad me gusta, que me
encanta, es la música. No se tocar ningún instrumento (lo de aprender a tocar
la guitarra no lo descarto) pero creo que eso, a pesar de lo que muchos
piensan, no significa que disfrute de ella tanto o más que cualquiera.
Considero que cualquier momento es bueno para poner una canción. Además está el
hecho de que actualmente las tecnologías te facilitan mucho esto ya que siempre
llevas encima el teléfono móvil y el mío, va cargado de música hasta arriba.
Hay
otra cosa que me gusta mucho, cocinar. También lo hago cada vez que puedo.
Ahora mismo tengo mucho tiempo y eso ayuda bastante. Ya me gustaría tener un
poco menos de tiempo, pero mientras no sea así, lo aprovechare. Para esto
también ayudan mucho las tecnologías ya que gracias a Internet puedes encontrar
todo tipo de recetas y probar hasta encontrar aquello que te sale bien o que
consideras suficientemente bueno para volver a hacerlo o para ofrecérselo a
otra gente.
Me
gusta la cerveza ¿esto esta feo decirlo? No sé si esta feo decirlo, pero lo
digo. No me gusta la cerveza por el sabor en sí, que también, para que negarlo,
sino por lo que conlleva el acto de beberla. Supone estar con amigos, en un
ambiente relajado, hablando de todo lo que te apetece hablar y alejándote de
las preocupaciones cotidianas. Esto
quiere decir que nunca la bebo solo, la considero principalmente un acto
social. Igual ocurre con el resto de bebidas, pero creo que la complicidad que aporta una conversación
con cervezas de por medio no te la dan otros licores.
Me
gustan las series americanas. También me gusta alguna serie española, pero soy
más de series americanas. Es cierto que también me encanta eso de sentarte ante
una buena película, pero las series son más lo mío. Podría comenzar a detallar
todas aquellas que me han gustado mucho y hablar un poquito de ellas, pero no
acabaría nunca. Series como Los Soprano o The Wire me apasionan tanto que
podría pasarme horas y horas (o páginas y páginas) hablando de ellas.
Voy a
ir acabando con los me gustas que me parece que ya me estoy extendiendo
demasiado. Para ello no puedo dejar atrás algunas cosillas que me gustan
bastante, algunas de ellas que no son fáciles de confesar. Nada extraño, solo
que soy demasiado mayor para algunas de ellas. Me gusta la lucha libre, soy fan
desde pequeño y creo que eso no va a cambiar nunca, tenga la edad que tanta. Me
ocurre lo mismo con Saint Seiya (Caballeros del Zodíaco en España), algo que no
puedes decir muy alto tampoco, porque puede que no te consideren una persona
madura. Y esto último lo digo bajito, me gusta Eurovisión.
Vamos
ahora con lo que no me gusta. Aquí he de comenzar hablando de política y
religión. Dos de esos temas que no se deben tratar si deseas se políticamente
correcto. Antes me gustaba la política,
ahora me decepciona profundamente y me produce un profundo rechazo. Es cierto
que en mayor o menor medida dependiendo del bando del que hablemos, pero no es
el momento de especificar.
El
rechazo a la religión está presente en mí desde que tengo uso de razón. Desde
el momento en que me di cuenta de que el ochenta por ciento de lo que aporta la
religión, no solo la católica, cualquiera, no es nada positivo entró en mí esa sensación
de rechazo. Siempre pensaré que la religión es una manera de engañar al
individuo por parte de los que la gestionan y se lucran con ella y una manera
de afrontar su miedo a la muerte para las personas de a pie.
Creo
que es el momento de pasar a cosas un poco menos serias, un poco más
cotidianas. No me gusta gran parte de lo que la televisión ofrece en su
parrilla. No me gustan especialmente los programas del corazón ni los de
deportes. No me gustan los del corazón por razones obvias que creo que no es
necesario explicar y no me gustan los programas deportivos porque considero que
son programas del corazón que hablan de deportes. Creo que todos y cada uno de
los programas de televisión deportivos que se emiten hoy día son basura pretenciosa
y dirigida para mayor gloria de un solo deporte, el fútbol, y dentro de ese
deporte para mayor gloria de un solo club de futbol, que no creo necesario
especificar de cual se trata.
Este ejercicio también incluía la posibilidad
de incluir otras opciones como “Nunca he hecho” o “Me acuerdo de”, pero creo
que me he extendido bastante con los “Me gusta” y los “No me gusta” y el ejercicio
está más que completo.
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